Porque la escalada es muchísimo más que un deporte de competición: es una puerta hacia nosotros mismos, a nuestra mente y al desarrollo de nuestro físico de una manera consciente y ordenada, un camino que nos permite superar nuestros límites y descubrir la naturaleza y nuestro interior.

Si algo han olvidado los nuevos rocódromos de competición, en los que se pone énfasis en el consumo de bloques y vías sin ninguna clase de motivación más allá que la competición, es esa parte tan simple y tan fundamental…

Porque la escalada es muchísimo más que un deporte de competición: es una puerta hacia nosotros mismos, a nuestra mente y al desarrollo de nuestro físico de una manera consciente y ordenada, un camino que nos permite superar nuestros límites y descubrir la naturaleza y nuestro interior.

Si algo han olvidado los nuevos rocódromos de competición, en los que se pone énfasis en el consumo de bloques y vías sin ninguna clase de motivación más allá que la competición, es esa parte tan simple y tan fundamental…